Eugenia Codina Desde mi ventana

domingo, 31 de agosto de 2014

Los tesoros de Medina-Sidonia: el primer Indiana Jones

El libro Los tesoros de Medina-Sidonia tiene también otro título: A la sombra de la muerte. Los dos títulos son igual de acertados porque esta novela del hispanista holandés Johan Brouwer se lee como una novela de aventuras y como un estudio filosófico de la búsqueda de la muerte.

Este es un libro como hay pocos. Es un libro inédito en España a pesar de que en Holanda ya se ha editado  tres veces. Esta edición en castellano permite al lector español acceder a esta obra y a este autor únicos. Los tesoros de Medina-Sidonia describe la guerra civil española vista a través de los ojos de un extranjero de una forma solo comparable a George Orwell. Pero así como éste se ciñó al estilo periodístico, Brouwer escribió una obra de ficción. La novela narra la experiencia de un estudiante holandés, Maarten van de Moer, que decide enrolarse en las Brigadas Internacionales en el año 1937 para defender la República. Gracias a él podemos ver como era la situación en Barcelona, Madrid y Valencia, quiénes eran los brigadistas y como vivía la guerra española un europeo en los años treinta que no sabía aún lo que ocurriría en su propio país al cabo de unos años. El joven holandés que llega a la turbulenta España del final de los años treinta es un personaje enamorado, frustado por la muerte de su amada, confuso, culto e ignorante a la vez. Su motivación para luchar es ambigua porque tiene tanto de insatisfacción personal como de idealismo. Los encuentros del protagonista con  brigadistas procedentes de otros países va aclarando al lector la razón que motiva a un extranjero a arriesgar su vida en un país que no conoce de nada y al que no le une ningún lazo afectivo.

Este aspecto intercultural hace la lectura de la novela ya de por sí fascinante. En mi opinión son estas pinceladas, por lo auténticas, las que reflejan una experiencia personal del autor. Pero la novela no se queda solo en este testimonio de la psicología de cierto tipo de yihadista, sino que avanza haciendo sorprendentes incursiones en otros temas. Nuestro estudiante es un estudioso, o al menos, siente curiosidad por la parapsicología. A causa de su curiosidad la novela deja en ciertos momentos de ser solo testimonial para acercarse a la novela fantástica y desde ahí, da un salto a la la novela de aventuras. Como un Indiana Jones avant la lettre, nuestro héroe se ve enfrentado a misterios de origen arqueológico rodeados con un halo de magia. En realidad la novela de Browuer ofrece varias lecturas, que aunque no estén todas ellas solucionadas con la misma fortuna, resultan siempre sorprendentes y originales. Estamos ante un libro de aventuras que es a la vez histórico, mágico, místico y erudito. Porque Brouwer no deja pasar la oportunidad de mostrar su profundo conocimiento de la historia de España, siempre aprovechando las visicitudes por las que hace pasar a su protagonista. Todo esto convierte el libro en un verdadero page-turner que se devora ávidamente.

Johan Brouwer durante la guerra civil española, probablemente en Madrid.

Quizás para comprender mejor la originalidad del libro, se tenga que conocer a su autor, ya de por sí un personaje igualmente inclasificable. El subtítulo de la novela: A la sombra de la muerte, no es baladí. El coqueteo de Brouwer con la muerte se inició a temprana edad y ya no le abandonó. Este hispanista, especializado en los místicos del Siglo de Oro, inició sus estudios desde la cárcel donde cumplía condena por complicidad en un asesinato cometido por su hermano. Allí empezó a leer San Juan de la Cruz y a Teresa de Avila, lecturas que despertaron su misticismo y su vena intelectual llevándole a licenciarse e incluso escribir una tesis doctoral sobre el tema. Al inicio de la guerra civil española, Brouwer daba clases en la universidad de Amsterdam. Su misticismo, junto a cierta ingenuidad, le hicieron tomar partido por el lado que el consideraba el más conservador, es decir el bando que el creía que literalmente podía "conservar" la parte de España que él más amaba: la historia y la literatura. Después de hacer varios viajes a España y de ver con sus propios ojos el conflicto, Brouwer fue cambiando de tercio, convirtiéndose en un defensor del bando republicano. Al finalizar la contienda española, la lucha no finalizó para él. La invasión de Holanda por la Alemania nazi tuvo inmediatas repercusiones para Johan Brouwer. Siendo ya señalado como activista pro-república fue expulsado de su puesto de la universidad de Amsterdam. En marzo de 1943, Brouwer, junto con otros once miembros de la resistencia antifascista, puso una bomba en el Registro Civil de Amsterdam. El objetivo era destruir los archivos donde se encontraban datos de 70.000 judíos holandeses que vivían en la ciudad. El atentado solo consiguió destruir una parte del registro. El grupo consiguió huir sin ser aprehendido pero fueron denunciados por un miembro del NSB (Partido Nazi holandés). Brouwer murió fusilado a causa de esta acción en julio del 1943. 

A causa de su prematura y heroica muerte, Brouwer no pudo comprobar si se convertían en realidad sus temores de que Europa se perdiera en manos del comunismo o del fascimo, tal como expresaba su protagonista de Los Tesoros de Medina-Sidonia. Esto hace que la novela sea un documento aún más auténtico: está contada por un protagonista de la época.

Lo que hace la novela aún más interesante es que este protagonista no fuera español sino un holandés, un europeo que intuía claramente (quizás de forma sobrenatural, tal como a él le gustaba) que la guerra civil no era solo un conflicto local sino que allí se estaba debatiendo el futuro de Europa.

Los tesoros de Medina-Sidonia está editada por Berenice y traducida del neerlandés por Isabel Lorda, la cual también ha escrito un epílogo que resulta esclarecedor e informativo para conocer mejor la singularidad de la figura de Johan Brouwer.

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