Eugenia Codina Desde mi ventana

lunes, 15 de septiembre de 2008

Los números en el cerebro


Esta mañana estaba en migimnasio de Rotterdam haciendo mis ejercicios, cuando a unos pocos metros he oído, entre resoplidos, a alguien contando en español los ejercicios que estaba haciendo. Me ha llamado la atención porque yo hago lo mismo. En el gimnasio cuento los ejercicios en español, y aunque hablo holandés fluidamente, cuando echo cuentas lo hago también en español, para hilaridad de mis colegas holandeses. Pero es que realmente, por muy bien que uno hable un idioma, los números son otra cosa.

Hay investigaciones sobre este tema con resultados sorprendentes. Los niños chinos aprenden antes a contar que los niños ingleses. Según los investigadores puede estar relacionado con el idioma. En chino 21 uno es ¨dos veces diez más uno¨ lo cual no es un concepto que hay que aprender como twenty one o veintiuno.

En Holanda, según los resultados de las evaluaciones nacionales, los alumnos cada vez saben contar menos y tampoco saben escribir si faltas de ortografía. El Ministerio de Educación va a invertir los próximos dos años, diez millones de euros en fomentar las matemáticas y la lengua en los colegios de primaria. Desde hace dos años la carrera de magisterio empieza con un examen de matemáticas y uno de lengua holandesa. La razón es que una gran parte de los maestros salía de la carrera de magisterio sin saber contar a nivel de final de básica.

La razón también puede ser la lengua holandesa, según el estudio arriba mencionado. En holandés, como en alemán, se nombran primero las unidades y después las decenas. Es decir 21 es: uno y veinte. Los holandeses empiezan por escribir las unidades y después la decena, incluso cuando apuntan un número de teléfono. ¿No será esto lo que les cuesta a los alumnos para aprender a contar? Es decir, si se lee de izquierda a derecha y se dicen los números de derecha a izquierda, ¿no es lógico que el cerebro se aturrulle?

Es posible que la lengua influya de tal forma de ver los números que lo que hayamos aprendido de pequeños ya no se puede cambiar porque tendría que colocarse en otra parte del cerebro.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Eugenia, gracias por tus consejos... Hoy he tomado una de las decisiones que me rondaba por la cabeza desde junio... de momento una cosa menos.

Con respecto a la ortografía holandesa, pasa lo mismo por aquí con los niños españoles y eso que la lengua y su ortografía son mucho más fáciles... pero los niños o jóvenes de hoy en día están habituados a sus SMS que a veces uno no puede ni descifrar...

En cuanto a lo de contar, qué gracia, mi madre, de origen inglés, cuenta en inglés aunque llegó a España de pequeñita.

un abrazo!
Syl

Eugenia dijo...

Ya me he fijado que con el uso del e-mail, los sms y otras formas de comunicación muy inmediatas está cambiando también la ortografía. Hay una tendencia a simplificar la ortografía que me hace sospechar que dentro de 100 años les va a costar tanto a nuestros descendientes leer lo que nosotros leemos como a nosotros nos cuesta ahora leer el español medieval.
La lengua es, realmente, orgánica.